Belize debuta con un universo propio

Ángel y Pablo reciben a Bface Magazine en Warner Music durante la semana de estreno de su primer disco: un proyecto cuidado, sin prisa, que marca el inicio de una nueva etapa.

EDITORIAL. Publicado en BFace Magazine, 25 NOV 2015.

Ángel y Pablo, durante la entrevista. UNAI MATEO.

Hace algunos años, cuando el grupo Pete Bombastic decidió cerrar etapa, varios de sus miembros comenzaron a esbozar algo nuevo. Así nació Belize, un proyecto que no solo responde a una necesidad musical, sino también vital: la de hacer canciones con más cariño, con más raíz.

Desde sus primeros pasos, la música de Belize ha estado marcada por una sensibilidad distinta. En sus temas se cuelan ecos del mar, ukeleles, guitarras españolas… aunque, como matizan sus integrantes, “conceptualmente, la música es europea”. Una mezcla que les ha llevado a navegar entre géneros, sin atarse a una etiqueta concreta.

“Nos faltaban en España bandas que mirasen hacia el sonido internacional”, explican. Sus referencias van desde Vampire Weekend o Phoenix, hasta Youth Lagoon o Tame Impala. Sin renunciar a una estética cercana al pop independiente, Belize reivindica algo que a veces se mira con recelo: el poder de una canción pegadiza, de esas que se quedan, que conectan.

No hay corsés ni fórmulas. “Hay quien no sabe definirnos porque ni nosotros lo hemos intentado. Pero cuando escuchas todas las canciones juntas, es ahí donde cobra sentido el universo Belize”. Porque más que un disco, lo suyo es un proyecto artístico coral: música, vídeo, fotografía, puesta en escena… todo forma parte de una misma familia.

Para ellos, cada tema puede mutar, adaptarse a cada contexto, a cada instrumento disponible, a cada etapa vital. “No entendemos la música como algo rígido. Si hubiéramos grabado estas canciones hace diez años, sonarían muy distintas”.

De cara a la gira de presentación de su último trabajo —una gira que apuesta, en parte, por un formato más acústico y cálido—, el grupo busca adaptar su propuesta a cada espacio, apostando primero por conciertos más íntimos para luego desplegar todo el potencial del formato completo.

“Queremos que la gente se vaya con una sonrisa, con algo dentro. Que recuerde ese concierto con alegría”, dicen. Porque en el mundo de Belize, la música no es solo una meta: es también un viaje, una forma de habitar el tiempo.


 
 

Anterior
Anterior

Los conciertos de Radio 3

Siguiente
Siguiente

Belize: «No somos una banda de directo todavía; nacimos en el estudio»